API son las siglas de Application Programming Interface (interfaz de programación de aplicaciones) que intermedia la comunicación entre dos aplicaciones. En palabras más sencillas, la API permite que dos aplicaciones se comuniquen entre sí. Por cada pequeña interacción que tienes en una de las aplicaciones de tu teléfono, estás poniendo en uso una API. En ese sentido, es una parte esencial de nuestra vida cotidiana.
La forma en que funcionan las aplicaciones en tu teléfono es en primer lugar conectarse a Internet, tras lo cual envían información al servidor. A continuación, el servidor recibe los datos, los analiza e interpreta, actúa en función de las necesidades y luego los devuelve a tu teléfono.
A continuación, las aplicaciones interpretan los datos por sí mismas y los traducen en contenidos que puedas entender. El puente que conecta todas estas acciones es la API.
Veamos un ejemplo que puede ayudarnos a entender mejor esta posición. Imagina que intentas conseguir un vuelo a Las Vegas. Te descargas la aplicación del servicio de viajes en línea, seleccionas la aerolínea, escoges la ciudad de salida, la fecha de salida, la ciudad de regreso y cualquier otra opción que se te pida. Todo el proceso de reserva de un vuelo implica que tienes que interactuar con la app, acceder a la base de datos de la aerolínea y ver qué asiento puedes conseguir.
Sin embargo, no tienes que hacer todo esto por ti mismo, ¿verdad?
Una API lo hace todo por ti.
Como interfaz, la API actuará como un servicial camarero y recogerá toda la información que necesites, la enviará a la app que tengas y ésta te la presentará. En términos más sencillos, la API es la herramienta que obtiene todos los datos que necesitas para que una aplicación sea funcional.
Además, la API también aporta cierta seguridad a tu experiencia en Internet. Utilizar una API significa que los datos de tu teléfono nunca están totalmente expuestos al servidor y es menos probable que se vean comprometidos. Las API utilizan pequeños paquetes de datos: ¡sólo se utilizan las partes esenciales de tus datos, nada más!
Veamos algunas de las razones por las que la API es una pieza de tecnología tan útil.
El uso de una API significa que estás confiando en un ordenador para hacer tu trabajo en lugar de humanos. Naturalmente, esto conlleva que tus procesos de trabajo puedan ser mucho más eficientes y productivos.
Independientemente de la naturaleza de una aplicación, integrarla con una API inteligente significa que la experiencia que ofreces a tus usuarios estará a la altura.
Una API proporciona a una aplicación una capa adicional de flexibilidad que puede utilizarse para llegar a nuevas audiencias, permitiendo que el contenido sea más personalizado y la información más flexible.
Con una API, no tienes que preocuparte de que una aplicación quede obsoleta e irrelevante. Una API facilita la actualización y mantiene la información lo más relevante posible para el usuario. Además, la API también ayuda a una app a hacer frente a los cambios en la tecnología: mantiene una sólida migración de datos y se revisa con mayor atención.
El uso de una API significa que el contenido de la app se publica y actualiza de forma automática y regular, lo que hace que todo el proceso sea increíblemente eficiente.
Una API garantiza una experiencia altamente integrada al permitir que el contenido se incruste desde cualquier sitio o aplicación con mayor facilidad y hace que la interacción entre las diferentes apps sea conjunta.
La API también significa que puedes personalizar fácilmente el contenido de una app, ¡independientemente de si eres una empresa o un usuario estándar!
Debido a estas y otras razones, la API es una parte indispensable y creciente de la actividad digital global