Una aplicación móvil, también conocida como app móvil o simplemente app, es un programa informático o una aplicación de software diseñada para funcionar en un dispositivo móvil, como un teléfono, una tableta o un reloj.
En un principio, las apps se crearon para ayudar a la productividad, como por ejemplo para llevar un control de los horarios a través de un calendario, correos electrónicos y bases de datos de contactos. Sin embargo, rápidamente se expandieron a todos los demás ámbitos de la vida. Ahora tenemos aplicaciones móviles para casi todo, desde los juegos hasta el ejercicio físico o la compra de entradas.
Y como resultado, ahora hay millones de aplicaciones disponibles en los teléfonos móviles para descargar.
Las aplicaciones suelen descargarse de plataformas de distribución de aplicaciones gestionadas por el propietario del sistema operativo móvil, por ejemplo, la App Store (iOS) o Google Play Store.
Para algunas apps hay que pagar un precio específico para adquirirlas, pero la mayoría suelen ser gratuitas.
Las aplicaciones móviles son diferentes del tipo de sistemas de software integrados que suelen encontrarse en los ordenadores personales, ya que su prioridad es crear una interfaz de usuario fluida y de fácil acceso.
En su mayoría, cada app tiene funciones limitadas y particulares, por ejemplo, un rastreador de hábitos, un juego o un navegador web.
Esta diversidad de funciones de las apps y la gama de servicios que ofrecen han dado lugar a una gran popularidad en torno a ellas. Los clientes pueden elegir qué puede hacer en su dispositivo y para qué lo utilizan, lo que abre muchas oportunidades.
El tipo más sencillo de aplicación móvil se basa en las aplicaciones para PC y las transforma en software diseñado para teléfonos móviles. Sin embargo, esto se ha convertido en una técnica obsoleta, ya que las aplicaciones se han vuelto más complejas y artificialmente inteligentes.
Por eso, el enfoque más sofisticado del desarrollo de aplicaciones hoy en día es crearlas específicamente para teléfonos móviles, teniendo en cuenta tanto las restricciones como las ventajas.
Por ejemplo, las aplicaciones que pueden rastrear tu ubicación suelen estar construidas desde el punto de vista del móvil y te dejan mucho espacio para moverte (en la aplicación). Esto se debe a que, en comparación con un PC, no estás exactamente atado a un teléfono, y su portabilidad permite a los usuarios llevar estas aplicaciones a cualquier parte.
Ahora que sabemos cómo funcionan las aplicaciones móviles, veamos los tipos de aplicaciones.
Para empezar, las aplicaciones se clasifican en dos grandes categorías: aplicaciones nativas y aplicaciones web.
Las aplicaciones nativas se crean para un sistema operativo móvil específico, como iOS en los teléfonos de Apple o Android. Están optimizadas para conseguir un mejor rendimiento y una interfaz de usuario muy ajustada, pero eso también significa que su desarrollo lleva más trabajo y tiempo. También suele haber un estricto proceso de control de calidad.
Por otro lado, las aplicaciones web se utilizan en HTML o CSS, lo que significa que están diseñadas principalmente para mejorar la funcionalidad del navegador. Utilizan menos memoria porque se ejecutan a través del navegador.
Así, lo único que ocurre es que el usuario es redirigido a una página web y todos los datos resultantes (como la caché o las cookies) se guardan en una base de datos basada en el servidor.
Hay varios tipos de apps que se utilizan actualmente en los teléfonos móviles.
Juegos: Estas aplicaciones están entre las más populares en los smartphones, ya que permiten a los usuarios disfrutar de diversas actividades de juego. Representan casi un tercio de las descargas de aplicaciones y tres cuartas partes del gasto de los consumidores.
Productividad: Estas funciones ayudan a los usuarios a gestionar sus horarios, hacer un seguimiento de sus hábitos, enviar correos electrónicos, etc. Tanto si se usan para los negocios como para la vida personal, ¡seguro que pueden hacer la vida mucho más fácil!
Estilo de vida y entretenimiento: Las aplicaciones de estilo de vida y entretenimiento son cada vez más populares y suelen tener funciones que ayudan a los usuarios a conectarse a las plataformas sociales, a comunicarse con la gente y a consumir o compartir contenidos. Algunos ejemplos son Instagram, Facebook, Netflix, etc.
Otros tipos de aplicaciones pueden incluir plataformas de comercio electrónico o de compras como Amazon y eBay, aplicaciones de viajes que permiten a los usuarios reservar hoteles o vuelos, y otras aplicaciones de utilidad como rastreadores de salud y escáneres de códigos de barras.
Las aplicaciones móviles empezaron como un cómodo sustituto de los programas informáticos y ahora se han convertido en algunos de los componentes principales de un smartphone. Permiten a los usuarios acceder a un montón de características y funciones únicas, como la gestión de datos, los juegos y los calendarios.